Servimos o No al Señor?

Hoy traigo un devocional que no es mío, le pertenece al Pastor John Piper; aunque los devocionales los escriba quien lo escriba, le pertenecen a Dios, de ÉL es la inspiración.
 Confío en el Señor  encuentren edificación en estas palabras.

Dice en 2 Crónicas 16:9

Porque los ojos de Jehová
contemplan toda la tierra

para mostrar su poder
a favor de los que tienen un
corazón perfecto para con ÉL.





¿Que esta buscando Dios en el mundo?
¿Ayudantes?
No.  El evangelio no es una señal de "se busca ayuda"
 como tampoco el llamado al servicio cristiano lo es.
 Dios no está buscando personas que trabajen 
para ÉL.
  "Los ojos del Señor contemplan la tierra; 
para mostrar su poder a favor de
 los que tienen corazón perfecto para con Él".
  Él es el gran trabajador, 
Él es el que tiene hombros anchos y pesados. 
Él es el fuerte y Él está buscando formas de demostrarlo,
 esto es lo que  diferencia a Dios 
de los llamados dioses del mundo. 
Él obra por nosotros. 
Isaías 64:4,  desde la antigüedad no habían escuchado, 
ni dado oídos,
 ni ojo ha visto a Dios fuera de ti.
(en otras palabras, Él es único)
que obrará a favor del que esperaba en Él.
¿Qué quiere Dios de nosotros?
No es lo que podríamos esperar.
 Él reprende a Israel por  traerles tantos sacrificios
 "No tomaré becerros de tu casa
 porque mío es todo animal del bosque,
 si yo tuviera hambre no te lo diría a ti 
porque  mío es el mundo y todo lo que en él  hay". 
Salmo 50:9-10 -12

¿Pero existe algo que podamos darle a Dios,
 que no lo reduzca al lugar de ser un beneficiario?
Sí, nuestras ansiedades, nuestras necesidades,
 nuestros clamores por la capacidad 
para hacer su voluntad. 
Es un mandato, "Echen toda su ansiedad sobre Él ".
1 Pedro 5:7

Dios recibirá con gusto cualquier cosa de nosotros 
que demuestre nuestra dependencia
 y su total suficiencia.
 El cristianismo es fundamentalmente convalecencia.
 Los pacientes no sirven a sus médicos, 
confían en ellos para tener buenas 
prescripciones y terapia. 
El sermón del monte es el régimen terapéutico 
de nuestro doctor. 
No la descripción de trabajo de nuestro empleador.
  Nuestras mismas vidas dependen 
de no trabajar para Dios. 
Al que trabaja, "el salario no se le cuenta 
como favor, sino como deuda";
 mas el que no trabaja pero cree
 en Aquel que justifica al impío,
 su fe se le cuenta por justicia. 
Romanos 4:4-5.

Los trabajadores no reciben regalos. 
Reciben lo que les corresponde: su salario. 
Si vamos a obtener el regalo de la justificación, 
más vale no atrevernos a trabajar por ello, 
no es por obras, es por fe.
 Dios es el trabajador en este asunto y lo que obtiene 
es la gloria de ser el benefactor de la gracia 
no el beneficiario del servicio. 




Lecy Villaparedes
al servicio y la voluntad de mi Señor.







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