Quien es mi esperanza?

Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Romanos 15:13

Tenemos cada día la esperanza que Dios ha sembrado en nuestro corazón. 

Tenemos la esperanza de que Dios nos ha llamado, y también que no nos dejará. 

Que no es un Dios que miente ni se olvida de Sus hijos, esa esperanza de saber, cada vez que abrimos los ojos  que Dios está allí, Emmanuel (Dios con nosotros). 

Pero, la certeza, la tenemos?

Como saber si Dios de verdad vendrá por nosotros? 

Las palabras de Jesucristo fueron: 

Nadie ha visto jamás a Dios  Juan 1:18

Entonces si no hemos visto a Dios, cómo saber, cómo estar seguros, de que ÉL, nos cuidará o de que Él vendrá.

Jesucristo dejo todo listo, para que nuestra certeza sea confirmada en Sus promesas y Sus obras y  no obedezcamos al engaño ni tengamos dudas. 
El nos dejó Su palabra, cada letra en la Biblia es un oasis de esperanza, que nos llena de agua viva y nos sacia la sed cada día.
Su Espíritu Santo,  nos levanta cada mañana, con la fuerza y la valentía que necesitamos para luchar y estar de pie, También nos instruye y nos redarguye.
Nos dejó también  la certeza y la esperanza que por Él, todas las cosas son hechas y  por amor de Su Nombre, todo se cumplirá. 

No se turbe vuestro corazón; 

creéis en Dios, creed también en mí. 

Juan 14:1

Creemos en Jesucristo que es el hijo Amado de Dios y creemos en el Dios todopoderoso y de  infinita misericordia, Padre nuestro y de Nuestro Señor Jesucristo, que ha sembrado Su fe en nosotros y nos ha preparado el camino, para que todo aquel que en Él crea, no se pierda,  para que no nos desviemos. Hay mas de tres mil quinientos promesas en la Biblia, si Dios las escribió, entonces quiere decir que las ha cumplido y  cumplirá las que faltan, así como ha sucedido hasta ahora.

Jehová es mi luz y mi salvación; 

¿de quién temeré? 

Jehová es la fortaleza de mi vida; 

¿de quién he de atemorizarme

Salmos 27

Lecy Villaparedes

al servicio y la voluntad de mi Señor