Una Paz Profunda, Establecida
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.
Juan 14:27
En su devocional By the Still Waters (Junto a aguas de reposo), el finado predicador Vance Havner cuenta de una ocasión cuando asistió a un culto en una iglesia pequeña una fría noche de febrero. Los asistentes eran agricultores locales, y se concedió la oportunidad para que den testimonio. La última que habló fue una mujer humilde, que llevaba un vestido sencillo, que se puso de pie y dijo: “Alabo a Dios por una paz profunda, establecida. El mundo no me la dio, y el mundo no puede quitármela.”
“Ese testimonio se me quedó,” escribió este predicador. “Pienso en los eruditos y sabios que rebuscan bibliotecas y aplican pesadas filosofías, buscando el secreto de la paz, mientras que aquella campesina sencilla la había estado disfrutando por años.”
Hay mucho que no entendemos. Los planes que Dios tiene ordenados para nosotros están más allá de nuestra comprensión, pero sabemos que cuando estamos con Él, habrá paz, y reposo, y gozo como nunca nos hubiéramos imaginado.
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