La Langosta, metamorfosis del pecado



El libro de Joel  (Jehová es Dios) trata de la Soberanía, la Santidad y la Gracia de Dios, también es un llamado al arrepentimiento y una advertencia a no ser consumidos por la langosta destructora (el pecado). Dios usa una metáfora para señalar cómo el pecado se va apoderando de nuestra alma y corazón.

La invasion de langostas ocurre por la rebeldía del pueblo de Judá que no quería volverse a Dios, habla de un ejercito que llegará y devorará los campos, las viñas, los jardines; simbólicamente Dios usa la metamorfosis de la Langosta como una manera de describir como el pecado va apoderándose de nuestras vidas; aquí muestra el pecado con el pueblo alejado de Dios.

La Oruga, es la manera sutil del pecado entrando en el corazón del hombre,  la oruga comienza a morder el borde de la hoja, así va mordiendo el borde del corazón y aunque va comiendo despacio nunca deja de alimentarse, de esta manera se convierte en Saltón, el cual sigue comiendo y devorando las partes mas gruesas de las hojas, allí donde la oruga no pudo.

El pecado, de la misma manera después que ha mordido el borde del corazón, siempre quiere más, nunca se saciará y comienza a invadir como plaga el corazón del hombre. 

Creciendo y fortaleciéndose, cambia ahora su aspecto al de un Revoltón, le salen alas mas grandes y su fase es mas destructiva que la fase anterior, está mas grande, tiene mas energía, necesita mucho más alimento, así que se dispone a consumir toda la hoja.  El pecado nos va consumiendo las partes mas sensibles  de nuestro corazón , todo lo bueno, lo noble, lo puro, aquí comienza la invasión definitiva, cuando no sabemos diferenciar si lo que estamos haciendo es realmente malo, nos da igual el mal y el bien.

Pasado ya el proceso de la oruga a saltón, de revoltón y ahora convertida en langosta, devastará completamente lo que queda de la planta, consumiendo así, el tallo y lo que queda de ella.

Dice Lucas 6:45, pero el que es malo, de su maldad produce el mal que abunda en su corazón.

El pecado una vez consumado engendra la muerte (Santiago 1:15); el pecado siempre necesita ser alimentado, al igual que la oruga nunca deja de alimentarse en ninguna fase de su crecimiento, así acabará el pecado con el hombre.

Porque la paga del pecado es muerte. Romanos 6:23

La oruga, podrían ser los celos, la envidia, la mentira, el rencor, el odio y muchas otras malas cosas que guardamos en nuestro corazón.

Y os restituire los años que comió la oruga, el saltón el revoltón y la langosta...() Y conoceréis que Yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro.  Joel 2:25,27

El pecado nos puede consumir hasta matarnos, pero solo el Señor Jesucristo tiene el poder de limpiarnos y restaurarnos, cambiando nuestro corazón, solo ÉL,  puede parar esta destrucción, y transformar nuestras vidas.

La misericordia de Jehová

 Por eso pues, ahora, dice Jehová, 
convertíos a mí con todo vuestro corazón, 
con ayuno y lloro y lamento.   Joel 2:12

Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu  y haré que andes en mis estatutos y guardéis mis preceptos, y los pospongáis por obras.

Ezequiel 36:25-27


Amén Amén





al servicio y la voluntad de mi Señor.

Lecy Villaparedes



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