Nuestros ojos en Jesús
Hemos comenzado el año repitiendo la historia, la única diferencia es que ahora parece tener una esperanza, la vacuna, pero la vacuna es como una curita.
Nuestra vacuna contra el mal se llama JESUCRISTO. ÉL es nuestra esperanza, nuestro pronto auxilio en la tribulación.
Casi todos hemos pasado por momentos difíciles y otros no tan difíciles, unos han sido afectados por el virus, otros no, y otros, pues, ya no están, esa es la voluntad de Dios.
Esta nueva modificación del virus está aterrando mas aún a la población, quizás porque ya perdieron algún ser querido, por temor, o quizás porque han perdido la esperanza. Y es justo en estos momentos en que debemos reafirmar nuestra confianza en el Señor, son muchas sus promesas , y sus promesas son pactos irrompibles, pues Dios nunca cambia.
Aunque pasemos por el valle de sombra y de muerte, aunque por los rios, no te anegaran, aun el fuego no te quemará, porque Yo, Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, Yo te ayudo, Yo estaré contigo.
El miedo lo siembra el enemigo, y si Dios es quién hace todas las cosas por nosotros, quien pues , contra nosotros? Así que, apartemos el miedo, poniendo los ojos en Jesús afirmemos nuestra fe, así como Él la ha asentado en nosotros para que sin ver creamos.
Corramos pues, la carrera de la fe sabiendo que la tribulación nos traerá paciencia y podamos en esta prueba mantener la esperanza en Cristo Jesús Señor nuestro. No miremos hacia abajo como sin esperanza, levantemos nuestros ojos en alto y miremos quien ha creado todas estas cosas, porque los que esperan en Dios tendrán nuevas fuerzas. Es tiempo de caminar erguidos, porque Jehová Dios, nuestro Dios, va delante de nosotros como Principe de Su ejercito.
Amén Amén
Lecy Villaparedes
al servicio y la voluntad de mi Señor
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