Tus obras cantan tu Gloria

 



Oh, Señor, cuánta gloria, 

veo tus obras, trato de imaginar y me pregunto, 

¿cómo has hecho todo?

Cuánto admiro las obras de tus manos.

El viento y los árboles conspiran en lo mas alto, 

compartiendo un secreto entre susurros, 

en un lenguaje que yo no entiendo mientras se mecen 

 y aplaudiendo sus hojas unas con otras.

¿qué se dirán entre ellos? 

Oh, Señor, tú lo sabes, todo lo sabes tú.

Aún los pájaros saben más que yo, 

ellos cantan y enaltecen tu Nombre,

te honran con cantos que solo Tú, mi Dios, entiendes.

Cuéntame Señor, que se dicen, hazme entender

sus alabanzas, para unirme a ellos y adorarte.

Ellos se posan en las ramas y miran hacia a Tí,

 esperan tu orden y obedecen.

Se levanta el sol y con él,  lleva la partitura con las notas de una canción

que entonarán a ti todas tus obras hoy.

Todos susurran, todos conspiran, y  no entiendo,

solo puedo ver tu perfección y aumenta mi gozo.

Mirad cuanto amor hay entre todos, y que armonía

-¡Cuéntame Señor, cuéntame!,

no ves que desespero por saber,

yo también junto a ellos quiero alabarte.

Oh mi Dios, eres honrado por ellas, todas tus obras te reconocen

y ante Ti, ofrecen cánticos alegres

Las nubes se mueven dando paso rápidamente al sol,

que con voz inaudible y luces brillantes toma pocesion del horizonte,

el viento corre de un lado para otro,

 coordinando sus sonidos, 

los que emitirá en silencio apacible 

junto a los que te cantan.

Dime, oh mi Señor,

 ¿cómo hiciste para que el viento cante alabanzas?

y ¿como los pájaros no desafinan sus notas?

¿por qué los árboles aplauden?

Comienza el concierto, un día da mensaje a otro día 

al tiempo del Orquestador,

y llevan todos  sus líricas

no hay error, no hay espera, 

al mismo tiempo todos cantan alabanzas,

 honrando Tú Nombre,

enalteciendo quien Eres

así cuentan tu gloria.

El firmamento anuncia la gloria de tus manos.

Oh, mi Dios, mi Señor, cuánta gloria.

Alabare Tú Nombre, oh Rey

y cantaré junto a ellos tus misericordias.

Me sentaré y veré al sol orquestando la armonia

de tus obras, junto a los acordes del viento

y las notas musicales de los pájaros.

A ti mi Dios, mi Señor solo exaltaré.

¡Oh Dios Cuánta gloria,  cuanta gloria oh Dios¡




Lecy Villaparedes 

al servicio y la voluntad de mi Señor

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