Muertos al pecado, Muertos al yo
Muchos no entendemos a lo que se refiere esta escritura. Cuando matamos al yo?
Romanos 6:2-3
Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
También morimos con ÉL, hemos sido crucificados juntamente con ÉL, entonces porque seguimos pensando como: yo digo, yo pienso; yo, yo, yo??
He escuchado personas leyendo la Palabra y después dicen, “yo creo que allí dice”, o clásicamente, "yo opino que" ...
Debemos cuidarnos de emitir nuestra opinión cuando interpretamos las escrituras,
las mismas son para nuestro crecimiento espiritual,
no para el enaltecimiento de nosotros mismos
Las escrituras son:
para perfeccionar a los santos, para la obra del ministerio de DIOS. Efesios 4:12
DIOS nos dio mandamientos, no sugerencias.
Nunca nos preguntó: ¿te gustaría seguirme? o, "deberías de leer mi libro"
o que tal " deberías seguir mis sugerencias para que te vaya bien".
Si Cristo murió por nosotros, cargado de inmerecidas culpas, cómo es que todavía nosotros no morimos por ÉL?
La ignorancia, la prepotencia, la vanagloria del carácter humano no permite que demos muerte a nuestro yo, no nos permite que demos muerte al viejo hombre.
Hemos sido bautizados en su muerte, debemos andar como el anduvo, con mansedumbre, humildad, paciencia, amor,, para que seamos resucitados en Su gloria en vida nueva.
Sabiendo que nuestro viejo hombre fue crucificado conjuntamente con ÉL, para que el cuerpo del pecado sea destruido.
teniendo en cuanta que vivimos para DIO,S en Cristo Jesús.
Jesús murió por mi en la tierra, para que yo pueda vivir arriba en el cielo,
y para que ÉL pueda vivir en mí aquí en la tierra, debo morir al yo.
y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del hijo de DIOS, Galatas 2:20
Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová;
dame entendimiento conforme a tu palabra.
Llegue mi oración delante de ti;
líbrame conforme a tu dicho.
Mis labios rebosarán alabanza cuando me enseñes tus estatutos.
Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia.
Esté tu mano pronta para socorrerme,
porque tus mandamientos he escogido.
He deseado tu salvación, oh Jehová, y tu ley es mi delicia.
Viva mi alma y te alabe, y tus juicios me ayuden.
Yo anduve errante como oveja extraviada;
busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos
Salmos 119:168-176
Amén
al servicio y la voluntad de mi Señor
Lecy Villaparedes
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